Comer en Paris: 3 restaurantes + 7 reglas para evitar los malos

Comer en Paris: 3 restaurantes + 7 reglas para evitar los malos

Son muchos los viajeros que se enamoran de algún lugar lejos de casa, por el que dejarían todo para ir a hacer raíces, pero se contentan con volver una y otra vez. A mi me pasa con Paris y con Grenoble: ciudades en las que viví y pude conectar con un estilo de vida alejado del circuito turístico. Cualquier viaje que haga a Europa siempre incluye una visita a estas dos ciudades; después de ahí se arma el nuevo itinerario.

Gracias a los amigos que hice en París, pude conocer pequeños reductos dentro de las zonas más transitadas y alejarme de los lugares malos siguiendo simples señales.

Hete aquí mi lista de restaurantes que deberías incluir en tu próxima visita a La Ville Lumiére…

1. Aux délices de Manon

400 rue Saint-Honoré 75001

 

 

En pleno 1er distrito de París, entre las tiendas de Michael Kors, Longchamp y Tom Ford, es difícil encontrar un lugar para comer que no te arranque las muelas y encima sea bueno! Yo trabajaba en un hotel sobre rue Cambon, enfrente a la clásica tienda de Maison Chanel, y puedo decir que en la pausa de almuerzo era difícil encontrar buenas opciones. En una ocasión, hablando con el concierge acerca del tema, me recomendó probar en Aux délices de Manon, y fue amor a primera vista.

La tienda (restaurante, panadería y pastelería) es pequeña, y desde la calle uno puede enloquecerse mirando los productos en vidriera. Si la idea es almorzar en el lugar (sur place), recomiendo ir temprano ya que se llena enseguida. Habitualmente yo compraba à emporter (para llevar) y me iba al Jardin des Tuileries, que está a dos cuadras. Claro, lo hacía en pleno agosto cuando el clima era espectacular! También sugiero visitar este lugar para tomar algo a media tarde con algo rico que acompañe.

2. Le Gyros

3 rue de la Harpe 75005

 

 

Todos tenemos placeres pecaminosos, y éste es el mio. Conocí este lugar con mi esposo una vez que caminábamos por Rue de la Harpe en pleno quartier latin. Es tanta la oferta gastronómica de sus pintorescas calles, y tanta la desesperación de sus anfitriones por convencerte y hacer entrar, que llegamos al punto de caminar rápido mirando al piso y diciendo «Non, merci», hasta que en un momento escuchamos que nos dicen «Hola». No sé exactamente qué nos llamó la atención de eso, pero ahí estaba: un griego con ventanita a la calle cortando carne bien finita del horno vertical. Todo lucía tan rico que nos metimos en el -diminuto- restaurant.

Los Gyros son un cono de pan de pita relleno de carne (cerdo y cordero principalmente), salsas y papas fritas. Uno cuando lo come sabe que está mal, muy mal, pero es rico, muy rico!!

Aclaración de antemano: el lugar es desprolijo, medio sucio (especialmente en horas pico) y no dá para planear una cena acá. Le Gyros está bueno para saciar el apetito de paso y seguir. Lo que me atrae de este lugar es algo encantador que tiene el ambiente y no se puede explicar: capaz es por los griegos gritándose en griego los pedidos, las flores artificiales, la cara de los clientes que no entienden nada… La cuestión es que es un lugar divertido para sentarse y observar, mientras comemos un Gyro.

3. Le Relais de L’Entrecôte

15 rue Marbeuf 75008

 

 

Este restaurant tiene tres sucursales: la del distrito 8avo al que fui, y dos más en el 6to (consultá más info aquí). Su particularidad es que como plato principal sirven únicamente entrecôte con su famosa -y secreta- salsa acompañado de papas fritas caseras y ensalada de verdes y nueces. Las mozas van anotando las consumiciones en el mantel de papel y te entregan la carta para que elijas bebida y postre.

Resulta interesante ir cada tanto a un lugar en donde el menú es fijo y lo único que hay que hacer es sentarse y disfrutar.

 

Las 7 reglas para evitar los malos restaurantes

Como turista, uno debería tratar de no pasar «por turista». Hay ciertas claves a tener en cuenta cuando uno está de viaje en una ciudad que no conoce, y evitar caer en desilusiones.

Por ejemplo:
1. En hora pico, un restaurant que está vacío o tiene pocas mesas ocupadas es malo. Punto y aparte.
2. Evitar los paquetes de estilo «paseo en el Sena y cena a continuación»: son tickets realmente caros y por lo general la comida que te sirven en la cena tiene cero proporción «calidad-precio». Es mejor hacer el paseo, disfrutar la vista, y luego cenar tranquilamente en otro lugar.
3. Paris es una ciudad cara, así que si te ofrecen un steak de carne por €7, mmhhh…. dudá por tu propio bien!
4. Si mientras examinás la carta un anfitrión sale a hablar sin parar tratando de disuadirte, es un «restaurant de turistas»
5. En Paris, los buenos restaurantes apelan a la cocina con productos frescos, así que evitá aquellos cuyas cartas estén plastificadas, tengan millones de platos, cada uno tenga su foto, haya banderas de todos los países del mundo, y esté traducida a 20 idiomas.
6. Si no hay nada que nos diga que un restaurant es bueno o malo, una ojeada a los platos de los clientes nos ayudará a decidir. Ojear las paneras es un muy buen índice en Francia: los restaurantes que ponen un buen pan son aquellos que se fijan en los detalles y no tratan de ahorrar centavos en cosas tan básicas.
7. Observar a la clientela es muy importante: por ejemplo, si en un restaurant chino no hay casi clientes de esa nacionalidad, mejor ni probar! También es importante ver la proporción de turistas que hay en un establecimiento: para captar la verdadera onda de Paris, hay que alejarse de los bullicios.

Espero que los tips les sirvan para poder disfrutar de esta magnífica ciudad, ya que comer también es parte del recorrido!