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La semana pasada entramos en otoño, y parece que el clima se lo tomó en serio! Me vine al campo a pasar semana santa y me quedé corta de abrigo. Ya se siente el viento fresco, hay colchones de hojas caídas bajo los árboles, y finalmente prendimos la estufita. Es momento de sacar a relucir una mega receta que tenía bajo la manga: los mejores cuadrados de frutos secos del condado!
Estos cuadrados de frutos secos pueden hacerse con el de su preferencia. Yo lo hice con nueces, y pueden sustituirlas por nueces Pecan, almendras, maní, o incluso hacer un mix.
Lo mejor de esta receta es que es muuuuy simples de hacer, y muy rica. Me parece especial para disfrutar con un cafecito. A ustedes?
Familiares de los cuadrados de frutos secos
Este dulce es típico de América del Norte, y primo hermano de la famosísima “Pecan Pie” (pastel de nueces pecan). Como estas nueces son un fruto nativo del sur de los Estados Unidos se le atribuye su origen a esa zona. La tarta se sirve principalmente en otoño e invierno para celebraciones como Día de Acción de Gracias y Navidad.
Encontré un artículo re interesante acerca de la Pecan Pie y su historia. Aunque está en inglés pero pueden traducirla con el ícono de google translator.
La receta tiene una base de galletita tipo shortbread que se deshace en la boca, relleno cremoso de miel, y muchas nueces que aportan crocante y textura. Es ideal para hacer con varios días de anticipación, dejar en la heladera, y cortar en cuadrados grandes. Recomiendo servirlos como postre con helado, en barritas para la merienda, o mini cuadraditos para servir como petit four con el café.
Les paso un tip! Para que el corte se les haga fácil y las porciones salgan prolijas les recomiendo enfriar la receta, luego del horneado, al menos 8 horas o de un día para el otro.
Si les gustan los dulces en cuadrados, les recomiendo mirar la receta de:
Nueces, 1 Taza (100 gr) - se pueden usar Pecan o no
Instructions
Precalentar el horno a 180ºC y enmantecar el fondo de un molde rectangular (aprox 20 x 15 cm). Para un desmolde perfecto se puede poner papel manteca en el fondo.
Trabajar con las manos la harina, azúcar y manteca hasta formar una masa. Esparcir en el fondo del molde y presionar. Hornear por 20 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados.
Mientras la base se hornea, mezclar la harina restante y azúcar rubio con un batidor de mano. Esto va a ayudar a que no se formen grumos. Incorporar los huevos, vanilla, sal, miel, y mezclar bien. Dejar reposar unos minutos para que la harina se hinche (esto mejora la textura final de las barritas).
Cuando la base shortbread esté con los bordes apenas dorados, sacar del horno. Mezclar las nueces (sin picar) con la preparación de miel y verter sobre la masa esparciendo las nueces. Llevar al horno por 40-50 minutos, o hasta que el centro se mueva como gelatina al sacudir el molde. La superficie se va a dorar bastante, pero si sentís que es demasiado podés ponerle un trozo de aluminio encima para terminar la cocción.
Dejar enfriar a temperatura ambiente y luego guardar en la heladera de un día para el otro (o al menos por 5 hs). Esto ayuda a que el corte sea perfecto y no se rompan.
Tip: si usás un molde de vidrio, hornear a 165ºC ya que el vidrio levanta más temperatura que los moldes metálicos.
Notes
Generalmente tuesto los frutos secos antes de incorporar a una preparación, pero en este caso es mejor no hacerlo para que no se quemen en el horno.
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En el mundo entero, el café es la bebida matinal energizante preferida, pero esta vez vuelvo a usarlo como ingrediente principal en un postre increíble. Con ustedes… Crème caramel!
La crème caramel, así como el clásico flan, es de origen francés pero aunque parezcan iguales no lo son. Su textura es mucho más cremosa porque se usan yemas en vez de huevos enteros, y la receta de hoy (que lleva 6) da como resultado una crema horneada super deliciosa, delicada, y la más suave que hayan probado. Si buscan un poco en la web van a encontrar miles de recetas y variantes. Algunas usan crema, otras una mezcla de leche y crema, otras piden yemas y claras en diferentes proporciones. Esas variaciones repercuten directamente en el resultado final, y aunque siempre me tienta incorporar crema de leche a mis recetas, en este caso la presencia de las yemas y leche condensada la hace innecesaria. Voilá!
Mientras escribía ésto (sábado 7 am, mientras todos dormían) empecé a sentir olorcito a flan y pensé que me había vuelto loca! 😅 Tanto research está confundiendo mis sentidos pensé, y tuve que sacarme la duda yendo a la cocina. Apenas entro veo a mamá que me dice «ya tengo el flan para la noche!» 😂😂😂😂 Nos matamos de la risa! Como si hubiese sabido lo que estaba por postear!
Antes de pasar a la receta les cuento algunos puntos interesantes a tener en cuenta, porque si bien la crème caramel es muy fácil de hacer hay que tener en cuenta algunos tips para que salga perfecta.
La temperatura del horno es vital. Mantenerla entre 150 y 160ºC para que la crema no se arrebate y las yemas vayan coagulándose lentamente. Eso va a permitir que no se forme una capa dura en la superficie, y todo el postre sea bien cremoso, con la textura que estamos buscando.
Horneado a baño maría. No sólo se hace para que haya humedad en el horno, sino para que el calor le pegue de forma diferente a la mezcla. Por regla general sugiero hornear todas las cremas, flanes, crème brûlées a baño maría, y para eso hay que simplemente poner una asadera de bordes altos con suficiente agua para sumergir 2/3 del molde.
Cada horno cocina diferente, por eso los tiempos de cocción pueden variar. Confíen en su postre para saber cuándo es el momento adecuado de retirarlo. Al sacudirlo tiene que temblar ligeramente en el centro como una gelatina. Si se sacude demasiado, como si todavía estuviese líquido, déjenlo unos (10-15) minutos más. La crème caramel termina de asentarse fuera del horno y con el frío, por eso tampoco esperen a que no se mueva nada de nada en el horno.
Cuando mezclen los ingredientes, háganlo muy suavemente. Esa es una parte vital para que el postre final sea bien sedoso.
Precalentar el horno a 160ºC y colocar dentro una asadera de bordes altos (para hornear a baño maría).
Mezclar el azúcar y los 80 ml de agua en una ollita. Hacer hervir hasta obtener un caramelo dorado y esparcir inmediatamente en el fondo de un molde redondo de 20 cm de diámetro. No es necesario enmantecarlo.
Mezclar el café con las cucharadas de agua hirviendo para disolver, y una vez frío mezclar con las yemas.
Incorporar al bowl la leche condensada, la leche, y revolver suavemente.
Verter la mezcla sobre el caramelo, poner el molde dentro de la asadera en el horno y llenarla con agua hirviendo hasta sumergirlo por la mitad. Hornear por aprox 1 hora, hasta que al sacudir tiemble ligeramente en el centro.
Sacar del horno, dejar enfriar, envolver con film y llevar a la heladera por al menos 8 horas, o de un día para el otro.
Pasar un cuchillo por los lados y dar vuelta el postre sobre una fuente. Decorar con el coco rallado (o lascas de coco tostado) y las nueces.
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La receta es muy simple! El único secreto para tener éxito está en el batido de los huevos. Bátanlos bien e incorporen el azúcar lentamente, dándole tiempo a los cristales de disolverse y mezclarse mejor con la preparación. Otro secretito para un sabor final increíble está en agregar los frutos secos tostados. En estado crudo no logran el mismo sabor, pero si los ponemos bajo un proceso de calor (en sartén caliente seco, grill o unos 15 minutos a 180ºC) desarrollarán un gusto más rico y serán más crocantes.
Por acá somos fanáticos (léase FANÁTICOS) de los brownies, por eso tenemos muuuchas recetas y versiones.
Brownies con cerveza negra, ganache y nueces. La cerveza negra es un ingrediente que, así como el café, levanta el sabor del chocolate. Muy recomendable!
Lo último que queda agregar es cómo servirlos… Pueden comerlos así como vienen, pero también pueden filetearles chocolate blanco por arriba, o servirlos tibios como postre con una bocha de helado. Me los estoy imaginando con un poco de dulce de leche marmolado en la masa… OMG
Derretir la manteca y el chocolate a baño maría. Recordar que el agua hirviendo no toque el bowl donde tenemos los ingredientes.
Batir con batidor eléctrico los huevos junto con la vainilla y la sal. Una vez que están espumosos, incorporar de a poco el azúcar. Batir bastante hasta que obtengamos una mousse untuosa y clara.
Incorporar el chocolate a la mousse e ir mezclando con movimientos suaves y envolventes.
Agregar la harina, luego las nueces, y verter en un molde enmantecado y enharinado (o con papel manteca).
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