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Para armar esta mesa elegimos un lugar en la mitad del campo, un sitio idílico, incómodo para transportar lo necesario, pero por eso mismo mágico. ¿A quién no le gustaría disfrutar comiendo en un lugar así? Quisimos preparar todo en la tarde, para que llegadas las últimas luces del atardecer, Sabrina Srur pudiera fotografiar la belleza del mise-en -scène. Nosotras hicimos todo lo posible por que saliera lindo, y la última palabra la tuvo Doña Naturaleza con estas luces que nos regaló. ¡Gracias!
Todo lo que usé, desde el mantel hasta los floreros, es de La Compañía del Oriente, y apenas comencé a planear este proyecto me imaginé una mesa azul. Este es el color con el que más identifico a la empresa, y el que más me gusta. El azul es un color que brinda paz, serenidad, y que ofrece un pop de color a la paleta más cálida de otoño. Adoro esta mesa en tonos azules porque da ganas de quedarse sentado en torno a ella por horas, disfrutando de la comida deliciosa que pensé para ustedes, y de la compañía.
Precisamente hablando de la comida, pensé varias recetas especiales para esta ocasión. Por el lado dulce, una torta crocante de almendras, banana y dulce de leche, la receta que comparto hoy, y que me encantó por su elegancia pero su simplicidad de elaboración. Además, es una receta libre de gluten y puede elaborarse con varios días de anticipación. Ya les mostraré más abajo cómo hacerla…
Por otro lado, en dos semanas voy a estar compartiendo dos recetas imperdibles de ensaladas otoñales. Una de granos, la otra de verdes, pero todas con toques dulces que las harán irresistibles. Acá les dejo un sneak peek para que vayan haciendo boca…
Torta crocante de almendras, dulce de leche y banana
La base de esta torta es un merengue que, al ser bien batido con azúcar, logra una consistencia bien cremosa y apariencia brillante. A eso le agregaremos con movimientos envolventes harina de almendras y maní picado fino.
La harina de almendras puede ser comprada o hecha en casa. Si van por esta última opción, basta con procesarlas (con cáscara o peladas) hasta lograr un polvillo. Si quieren una harina mucho más fina y menos «rasposa», les recomiendo pelar las almendras poniéndolas 1 minuto en agua hirviendo y luego frotándolas con repasador para desprender la cascarilla. Antes de procesar las almendras peladas esperen a que se sequen bien al sol, en horno bajo o simplemente sobre la mesada porque, de otro modo, se formaría una pasta por exceso de humedad. Yo proceso directamente las almendras con cáscara, pero dejo esta info para que sepan como hacerlo de otro modo.
El relleno de esta torta es igual de simple que la base: esparcir dulce de leche, bananas cortadas, y crema batida. ¡Ya está! Eso sí, para que la decoración con crema batida quede bien linda, les recomiendo hacerla en forma de rosetas con un pico rizado grande. El toque final puede ser una barrita de chocolate picada, frutos secos tostados, o lo que quieran.
En definitiva, esta torta es crocante por fuera, chewy por dentro, y muy especial. ¡La recomiendo!
Torta crocante de almendras, banana y dulce de leche
¾ Taza (125 gr) almendras, procesadas hasta hacer harina
¾ Taza (125 gr) maní sin sal, picados groseramente (yo usé la procesadora)
.
Para el relleno:
400 gr dulce de leche
2 bananas
1 ¼ Taza (300 ml) crema de leche, fría
3 Cdas azúcar impalpable
1 cta extracto de vainilla
60 gr chocolate semi amargo picado o praliné
Instructions
Precalentar el horno a 160°C. Empapelar el fondo de un molde desmontable de 24 cm, y enmantecar los lados.
Batir las claras a velocidad baja hasta que empiecen a espumar (30 segundos), luego aumentar la velocidad a media-alta y batir hasta que se formen picos firmes (1 minuto más). Aumentar la velocidad al máximo e incorporar el azúcar impalpable, una cucharada por vez. Batir hasta que el merengue esté firme y bien brilloso.
Agregar la vainilla y batir unos segundos.
Incorporar la harina de almendras y el maní picado haciendo movimientos envolventes con una espátula.
Esparcir la mezcla uniformemente en el molde preparado, y hornear a media altura por 25-30 minutos. Enfriar completamente en el molde.
Esparcir el dulce de leche sobre la base de merengue y enfriar 2 o 3 horas para que tome consistencia.
Desmoldar la torta y colocar sobre una fuente.
Cortar las bananas en fetas de ½ cm y esparcir sobre el dulce de leche.
Poner en un bowl la crema de leche fría, el azúcar impalpable y la vainilla. Batir hasta punto chantilly y esparcir sobre las bananas con manga o espátula.
Decorar con el chocolate o praliné picado. Refrigerar hasta servir.
Get the look
Para lograr el look de esta mesa opté por algunos productos de La Compañía del Oriente que resultaron indispensables. A continuación les muestro dichos objetos con un link al e-commerce en caso de que quieran consultar su precio y disponibiliad.
Un agradecimiento especial a La Compañía del Oriente por apoyar este posteo! Como siempre, todas las opiniones y recomendaciones expresadas son mías. 😉
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Este budín de chocolate está inspirado en una receta que vi en la web de Martha Stewart. Tiene el estilo pound cake, una clase de torta que llevaba originalmente una libra de harina, una libra de azúcar, una libra de manteca y una libra de huevos. De ahí el nombre "pound", que significa libra en inglés. Las medidas para este budín no son tan equidistantes, y de hecho la mayoría de las recetas de pound cake que uno ve por la vuelta ya no lo son más, pero lo que me gustó es que mantiene la esencia de lo simple.
Lleva manteca, harina, azúcar, vainilla, cacao y huevos. No lleva polvo de hornear ni ningún otro leudante, lo cual le confiere una textura más compacta pero muy especial. Cuando publiqué esta receta en instagram me preguntaban si no llevaba demasiados huevos. Podría parecer, pero confíen y verán.
Precalentar el horno a 180°C. Enmantecar y enharinar el fondo de una budinera.
Batir la manteca con el azúcar por 7 minutos hasta que la mezcla luzca blanca y bien cremosa. Bajar la mezcla con espátula y batir un minuto más. El secreto de su textura está en un buen batido.
Mientras tamizar la harina con el cacao y la sal. Reservar.
Batir los huevos ligeramente con un tenedor e incorporar en 4 veces al batido de manteca, batiendo a velocidad baja. Agregar la vainilla.
Con la velocidad de batido al mínimo, agregar los secos tamizados. Si desean agregarle chispas de chocolate al budín, este es el momento.
Hornear por 40-45 minutos o hasta que al insertar un palito de madera salga seco. Dejar enfriar 20 minutos y luego desmoldar pasando un cuchillo por los lados. Dar vuelta sobre un plato y dar vuelta nuevamente para que la pancita quede hacia arriba.
Para el baño, calentar a baño Maria el chocolate picado grueso junto con la crema, revolviendo con espátula cada tanto. Cuando el budín esté frío, verter el baño bien en la cima y untar con una espátula chata.
Si se refrigera el budín antes de servir, el baño estará durito.
Notes
A esta receta se le puede incorpora, además (o en vez) de las chispas de chocolate: pasas, frutos secos, trocitos de pera, etc etc.
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Hace unos días me propuse revisar el índice de recetas del blog. Estaba viendo que faltaban cosas tan básicas y ricas como una pizza, ideas de sándwiches, o ¡unos rollos de canela! Me puse manos a la obra y hoy les traigo lo que a mi entender es una de las recetas más ricas de los llamados cinnamon rolls.
Esta es una receta que hago hace mucho tiempo. Su textura es enviciante, no sólo por su esponjosidad sino también por su suave sabor a masa de levadura. No es demasiado dulce, lo cual a mi entender es bueno, y es bastante neutra. Va bien con toda clase de rellenos, no solo con la clásica canela. En el posteo inicial le di una vuelta de tuerca a estos rollos de canela y los hice con café. ¡Quedaron impresionantes! Esta vez les propongo seguir la tradición, pero en las notas de la receta les paso los ingredientes para el relleno con café por si les tienta.
Si se sienten inspirados a variar el relleno, prueben con chocolate picado, nueces, otras especias, mermeladas, etc.. ¡El límite es literalmente el cielo! Verán cómo estos rollos de canela terminarán siendo una de sus recetas de cabecera cuando quieran hornear algo especial.
A tener en cuenta
La levadura debe activarse en leche tibia. Cuiden la temperatura para que no esté demasiado fría ni caliente. Toquen la leche con el dedo, y deberán sentir aprox su misma temperatura corporal. Si la leche estuviese demasiado fría, la levadura demoraría demasiado en fermentar, y si estuviese demasiado caliente las mataría.
Verán que cuando la masa está cruda parece bastante húmeda. No tengan miedo, y eviten agregar más harina de lo que indica la receta. Precisamente esa humedad es la que genera unos rollos de canela bien esponjosos y tiernos.
También es importante respetar los tiempos de leudado. Si tenemos paciencia y dejamos trabajar a la levadura, lograremos una textura suave y perfecta. ¡No hay nada como las masas dulces de levadura!
Para hacer los rollos de canela con anticipación
Como el proceso de amasado y leudado lleva su tiempo, podemos hacer la receta en dos partes para que sea más ligero. Por ejemplo, se pude hacer la masa, amasarla y antes de comenzar el primer leudado ponerla en un bowl amplio tapado con film y guardar en la heladera hasta el día siguiente. También se puede hacer la receta hasta el paso 10 inclusive, envolver el molde en film, refrigerar y sacar al día siguiente para que tome temperatura ambiente, leude un poco y luego hornear.
Serves: 8 unidades grandes
Prep Time:
Cooking Time:
Ingredients
Ingredientes de la masa:
1 Cdan levadura seca
93 ml (6 Cdas) leche
25 gr (2 Cdas) azúcar
2 huevos
330 gr (2 ¾ Tazas) harina 0000
1/2 cta sal
38 gr (3 Cdas) manteca a temperatura ambiente
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Ingredientes del relleno:
25 gr (2 Cdas) manteca derretida
62 gr (5 Cdas) azúcar rubio
3 ctas canela
Opcional: nueces tostadas picadas grueso, ½ T
.
Ingredientes del baño:
230 gr queso crema
50 gr (4 Cdas) manteca
2 ctas extracto de vainilla
150 gr (1 Taza) azúcar impalpable
Instructions
Rollitos de canela:
Entibiar la leche al fuego o microondas.
En un bowl mediano, mezclar la levadura seca con la leche tibia y 1 cta del azúcar. Dejar en un lugar cálido por 5 minutos hasta que se forme espuma.
Batir ligeramente los huevos e incorporar a la leche.
Tamizar la harina con la sal en un bowl amplio. Incorporar la mezcla de huevos y leche, el resto del azúcar, y mezclar con cuchara de madera.
Pasar la masa a una mesada enharinada y amasar incorporando la manteca blanda. Amasar por 10 minutos, o hasta que la masa se sienta elástica y no se pegue fácilmente a la mesada y manos. Un truco -poco ortodoxo- es golpear la masa contra la mesada. De esa forma el gluten se desarrolla más rápido!
Hacer una bola y dejarla descansar por 1.30 hr en el bowl amplio ligeramente aceitado, tapado con otro bowl o un paño.
Enmantecar una tortera de 24 cm de diámetro.
Pasado el tiempo de leudado, bajar la masa a la mesada enharinada, amasarla apenas haciéndole perder un poco de aire, y estirar de forma rectangular (aprox 30 x 40 cm).
Pincelar sobre la masa la manteca derretida, espolvorear el azúcar rubio, la canela, y las nueces tostadas.
Enrollar la masa por el lado más largo y cortar 8 porciones. Para que queden bien parejas es recomendable hacer un corte en el medio del rollo para obtener dos, luego cortar cada uno al medio, y esos 4 al medio. Acomodarlos separados en la tortera enmantecada, para que en el segundo leudado crezcan y cubran toda la superficie del molde.
Dejar descansar en un lugar tibio por media hora.
Calentar el horno a 180ºC y hornear por 25 minutos o hasta que hayan tomado un color dorado y al pinchar con un palito salga seco. Dejar entibiar y luego bañar con la mezcla de queso crema.
Baño de queso crema:
Para hacer el baño es importante que el queso crema y la manteca estén a temperatura ambiente. Batirlos juntos a velocidad media e incorporar la vainilla. Apagar la batidora, poner el azúcar impalpable en el bowl y prender a velocidad mínima para que no vuele por todos lados.
Servir tibios o a temperatura ambiente.
Notes
Levadura: en esta receta se usa 1 Cda de levadura seca, pero si preferís hacerlo con la fresca hay que usar el doble de cantidad.
Si no conciben una buena picada sin un dip, entonces esta receta es para ustedes! Hoy les traigo una versión que se sirve caliente, a base de espinacas y el más delicioso queso provolone derretido. No dejen de probarlo! No importa si es …